viernes, 24 de mayo de 2013

Entrevista a Doña Adela



Entrevista a Doña Adela realizada por Mariana Genna, María José “La Cuentería[1], y Ricardo Di Mario, nos acompañó la vecina Elda (hasta el año 2012 fue la presidenta del centro de jubilados “El Aguaribay” de Los Hornillos), quién conoce a la entrevistada desde hace muchos años. Su trabajo nos facilitó el acceso a la familia Allende, realizando las gestiones previas que permitieron contar con la aprobación de doña Adela para el presente registro filmado y grabado.




[1] La Cuentería es una editorial-taller independiente, nacida en el Valle de Traslasierra (Córdoba, Argentina) y fundada y conformada desde entonces por María José Echenique y Celina Mackern (escritora e ilustradora y música). Especializadas en literatura infanto-juvenil, desde el año 2006 realizan en Traslasierra, en distintos lugares del país y de países limítrofes, talleres de lectura, juego y escritura creativa, así como ediciones seriadas y limitadas de libros y juegos.


La Sra Elda que nos presentó a Doña Adela, junto a ellas la paila de los arropes.
 
Doña Adela junto a un antiguo rancho y en la entrada su querida Paila

Entrevistadores. ¿Puede presentarse Uds. misma, puede decirnos su nombre completo y la fecha de su nacimiento?
Doña Adela. Bueno si me acuerdo se lo voy a decir! María Adelaida Gómez, mi padre era Gómez y ya no soy Allende porque mi marido murió y yo he vuelto a ser Gómez, y nací el 16 de Diciembre del año 1921[1] en Santa Rosa de Ambul, y viví ahí hasta que me casé a los 25 años y recién ahí me vine para acá, yo de acá no conocía nada porque mis padres eran así, ellos nos tenían así nos castigaban con una lonja doblada torcida con eso nos castigaban, nos portábamos mal   y sabe qué hacía mi padre, tenía ese laso doblado y nos mandaba a hincar en la tierra a la noche nos ponía ahí(señala el rincón con su mano) a rezar todo el rosario en cruz en la tierra, porque antes era todo piso de tierra, antes no era de porlan nada, como ahora.
Entrevistadores. ¿Adela Ud seguramente ama a su papá, díganos por qué le pegaba?
Doña Adela. Bueno porque nos portábamos mal!
Entrevistadores. ¿Y qué era portarse mal Sra., nos puede decir?
Doña Adela. Bueno, alguna cosa que haríamos, o por qué, venía alguien, y ya veníamos a ver, a curiosear y entonces mi papá, mi padre dale nomás dale nomás (hace el gesto de golpear con las manos). Nosotros éramos 13 hermanos, 6 mujeres y 7 varones, todos de la misma mamá y papá, y a la mañana teníamos que ir a saludarlos todos a pedir la bendición, la bendición mamá, la bendición papá, y si no íbamos nos fajaban. Había que trabajar, mi padre nos llevaba, él nos llevaba a bañarnos, él nos llevaba y teníamos que bañarnos vestidas en el río, sí sí en río de Ambul.
Entrevistadores. ¿Invierno y verano?
Doña Adela. ¡En el verano, en el invierno es muy frío! En las sierras es muy frío en el invierno, hay que estar adentro haciendo fuego en el suelo, con leña gruesa de algarrobo, sacando brazas en de fuego, se ponía así para que nosotros nos calentábamos, también para cocinar, en las ollas de hierro, hacía puchero, le echaba zapallo, batata, porque eso cosechaban ellos, y verduras, acelgas, sopa todos los días, sopa y puchero todos los días, y a la noche un guisito sea de arroz, o de fideo.
Entrevistadores. ¿Hacían Charqui en su casa Adela? ¿Por qué no nos cuenta cómo lo hacía?
Doña Adela. Claro como no me voy a acordar, mi padre cuando carneaba hacía, mataba al animal, se dejaba orear la carne un día, después sacaba toda la carne en lista, y luego lo hacia charqui, a eso le ponían sal y hacían una soga de alambre y lo ponían adentro porque no se tenían que mojar ni con el rocío de la noche, y cuando estaba seco ese charqui se comía, se hacía sopa, guiso con verduras, la mazamorra. Déle moler en el mortero, déle moler, déle, todos los días había mazamorra. Mi madre lo asaba en la plancha, luego lo molía y bien molidito lo hacía como un sanquito[2] y eso comíamos, o la Sastaca[3] que mi madre la hacía cuando mataba una gallina y le hacía con todos las partecitas vio y a eso le echaba un huevo y eso se comía, era rico, esas eran las comidas. Allá era más que nada la batata y el zapallo, no había tanta papa, y el zapallo lo guardábamos para cuando no había[4], a eso le decían Charqui de zapallo. En mi casa se comía pocas cosas dulces, porque nos decían que se nos iba a hacer pedazos la dentadura, sí, se hacía pocas cosas dulces.
Entrevistadores. ¿Y los arropes no se hacían en su casa?
Doña Adela. Sí, se hacían, mi madre los hacía y nos enseñó y luego lo hacíamos nosotros, con el algarrobo por ejemplo, cortábamos las vainas y las hacíamos secar para hacer los arropes y para darles a los animales, porque en el invierno no había qué comer. Secaban el algarrobo, sin azúcar una pailada, con una paila y todavía la tengo, si quiere sáquele fotos pero no se la voy a dar eh! (nuestra entrevistada tiene mucho humor), el arrope es natural, se guardaba en botellas de vidrio, y se guardaba tiempo hasta el otro año estaba el arrope, bien cocinado. (Cuando Doña Adela hace mención de la paila dice que la misma era de su madre que es un recuerdo que tiene de ella, en ese momento una de las integrantes del equipo de entrevistas le pregunta)
Entrevistadores. ¿Cómo era su madre?
Doña Adela. Ohh mi madre era buena moza, mi madre  no tenía arrugas, ella decía que no se había lavado nunca la cara con un jabón comprado, ella hacía el jabón y se lavaba con eso el cabello, el cuerpo todo y yo cuando era joven también era coqueta, bien peinada, bien pintada y con aros y no me iba a poner cualquier aro eh!
Entrevistadores. ¿Y todos nacieron ahí en Ambul Doña Adela? ¿Y los hijos nacían en las casas ud se acuerda de eso?
Doña Adela. Sí, estaba Etelvina que todavía vive en Córdoba porque cuando quedó viuda lo hijos la llevaron a la ciudad, luego venía Petrona que ya ha muerto, luego venía yo, y Lidia después. No a los partos no estábamos nosotros porque nos corrían, nosotros creíamos que veníamos con la cigüeña, creíamos que nos traía un pájaro, nosotros creíamos eso si éramos inocentes, mire si nos corrían y no nos dejaban estar. No es como ahora que los hijos saben más que los padres.
Entrevistadores. ¿Cómo era la casa Adela, porque eran muchos hermanos?
Doña Adela. Bueno sí, era grande, todo techo de paja, de adobe de esos adobes anchos, la casa la hizo mi padre y nosotros ayudamos a hacer el barro en adoberas esos adobes grandes, y llenábamos los baldes, si la casa grande y tenía un dormitorio de los varones, mujeres con mujeres y varones con varones, todos iguales éramos. A nosotros nos mandaban a buscar la leña chica, y la leña grande la traían en carros, iban a los campos, mi padre tenía un carro grande de 6 mulas, y ahí la traían.
En mi casa, mi padre tenía un salón grande y él lo prestaba para que las maestras dieran clases, no había edificio, era grande el salón con piso de madera, iban los chicos del pueblo como 20 o 30 chicos, y pocos grados, y de las maestras que iban me acuerdo de una que vivía en Cura Brochero que se llamaba Claudina Altamirano, muy buena señorita, pero cuando nos portábamos mal nos daña con el caño.
Entrevistadores. ¿Cómo es eso, les pegaba la maestra?
Doña Adela. Claro, nos pegaba con ese bastón que tenía, cuando no hacíamos los deberes, ya mi padre le había dicho a ella, Señorita cuando mis hijos no traigan los deberes, ud mándeme una nota y póngale en penitencia todo lo que corresponda.
Entrevistadores. ¿Pero la maestra pegaba también?
Doña Adela.  Aja, nos pegaba con el bastoncito ese que tenía, nos pegaba lindo con el puntero, como estaba el salón ahí venía los chicos, y cuando salíamos a jugar los chicos jugaban por un lado y las mujeres jugábamos todas, con unas muñecas de trapo y nos acusábamos si no jugábamos. Pero mi padre nos pegaba con unos corceles de cuero, lazos de cuero trenzados así como se hacen las trenzas. Con las chicas jugábamos al anillito[5].
Entrevistadores. ¿Y cómo era el juego del anillito? (Le preguntamos sobre este juego porque ya nos había mencionado una entrevistada de la zona de Las Jarillas, que en los llamados velorios de La muerte del Angelito se entretenían los niños con este y otros juegos)
Doña Adela. Claro, se jugaba así, se hacía una ronda y se pasaban las manos así y se decía,
Anillo te doy no te doy nada, anillito te doy no te doy nada, bueno Uds. va ¿Quién tiene el anillito? y luego había que adivinar quién lo tenía. Se jugaba en la muerte del angelito. La muerte del angelito era estar ahí, ponerle florcita y estar ahí, en la mesa de la casa, le ponían al angelito las alitas y lo velaban ahí en la misma mesa de la casa donde vivían, los chicos jugaban al anillo, todo tranquilo, no había gritos no había líos, lo lloraban los padres, cómo no lo van a llorar es un hijo que se les va, a mí se me murió un hijo hace tres años y acá lo tengo, es una cosa que a ud le queda acá, y más un hijo grande como a mí se me fue de 55 años.
Entrevistadores. Bueno Doña Adela no se nos ponga triste, no quiere contarnos algo más, por ejemplo cómo conoció a su marido.
Doña Adela. Lo conocí en Córdoba, él era de acá de Los Hornillos, se llamaba Pedro Allende Allende, porque la madre también era Allende, eran primos los padres. Yo trabajaba en Córdoba, una amiga que se llamaba Quevedo, hija de Andrés Quevedo, por eso lo conocí, porque antes en Córdoba, salía a los bailes, pero tenía una patrona, porque yo trabajaba con cama adentro y salía casa 15 días para que se vaya a las casas, pero mi patrona no me dejaba salir si no iban a buscarme o mis padres o mi hermano, entonces como mi hermano trabajaba en Córdoba iba él a retirarme, porque mi patrona no me dejaba salir sino, aunque fuera mayor de edad, tenía 25 años, y mi padre dijo que ninguna se iba a casar menor de edad, tenía que tener más de 21 años, y lo conocí por intermedio de mi amiga Quevedo, y ella me dijo que iba su hermano y un amigo de su pueblo iban todos al baile, y bueno lo conocí ahí y me cayó en gracia. De novia estuve un año, justo un año. Entonces él fue a Ambul a hablar con mi padre y yo estaba en Córdoba, y no sé lo que hablaron pero luego nos casamos.
Entrevistadores. Ud se casó y vino a vivir a Los Hornillos, ¿Qué recuerda de eso?
Doña Adela. Yo me casé en Córdoba, el padrino fue mi hermano y la madrina fue la patrona, me casé por civil el viernes y el sábado por iglesia, y la familia tuvo que ir en el Colto que iba por la ruta vieja por el puente de Copina, y vine a vivir a la casa de mi suegra que nos prestó una pieza, vine a Los Hornillos el 24 de Septiembre de 1945, y esto no era nada no era la ruta, era un caminito nomás, apenas pasaban los sulkis, en caballo y en sulkis andaba la gente, a mi me gustó las Sierras, las Sierras muy lindas, la Rosita[6] era mi amiga, yo no conocía no había venido nunca acá, acá tuve a los cinco hijos, a los cinco muchachos, y me los trajo la Máxima Luján ella era la partera, y la otra era doña Roberta. Todos nacieron acá. Otros vecinos que había acá cuando  llegué era la gente de Alta Montaña, Los Cáceres, el Héctor Allende de don Zoilo, don Dardo, los Kastli don Nico Kastli, los Cabrera.
Entrevistadores. Ha sido ud muy amable doña Adela, estamos muy agradecidos por esta charla en su casa.
Doña Adela. No tiene por qué darlas, gracias por venir.




[1] La entrevistada recuerda con dificultad y se equivoca al decir el año de su nacimiento, insiste en haber nacido en 1991, por lo que una de las personas que la acompaña trae su documento de identidad. Todo el equipo de entrevistadores miramos la foto del documento y hacemos comentarios acerca de la notable belleza de Doña Adela, las mujeres presentes hacen comentarios acerca de sus enormes y brillantes ojos negros, y la Sra. Elda quién conoce a Doña Adela hace comentarios de la gracia y simpatía que supo tener en los años mozos nuestra entrevistada, algo que no dudamos en reconocer debido a su vitalidad y afabilidad para con nosotros a quiénes no solo que no conoce, sino que nos presentamos con cámaras y equipos para hacer el registro.
[2] Es una expresión que hace referencia a una comida que queda mezclada, algo parecido a un puré.
[3] La Sastaca es otra comida típica de la región aunque varíen los ingredientes o las formas de cocción.
[4] Entrevistados de la zona del bajo, hacia Chancaní, Las jarillas, nos contaban en sus recuerdos de las comidas, que había una forma de almacenar el zapallo parecido al del charqui de carne, y la señora Adela lo llamó “Charqui de zapallo”
[5] Ver RITUALES. LA MUERTE DEL ANGELITO (fragmento de la entrevista realizada a Pura Celia del Rosario Moreno) en Apéndice documental y foto del ritual en cuestión en http://loshornillosbibliotecainmaterial.blogspot.com.ar/
[6] Rosa Chávez conocida también en el pueblo como “la tenjendera” vive en la loma de las sierras a una hora de marcha desde el pueblo, Doña Adela dice que era su amiga pero que hace rato que no la ve. 

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