Entrevista a Nene
Fernández realizada por Ricardo Di Mario en compañía de Franco Egel quien
realizó el registro de audio y video. Esta charla fue posible luego de
contactar a Sergio Fernández, hijo del
Nene (apodo con el que es conocido el Sr. Fernández en el pueblo de Los
Hornillos). Amablemente él y su señora nos recibieron en su casa donde tomamos
unos ricos mates y tuvimos esta conversación que hoy resulta uno de los insumos
importantes del presente trabajo.
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Jesús Mario "el nene" Fernández |
Entrevistador. Bueno Señor Fernández
¿Quiere presentarse?
Nene Fernández. Yo me llamo Jesús Mario Fernández y nací acá en Los Hornillos en el año 1947, en la casa de la familia
Ledesma, acá nomás cuando cruza la ruta, ahí vivía la partera. Pero mis padres
vivían acá en la Sierra
(El sr. Fernández hace el gesto de señalar con un ademán de su cabeza hacia
atrás de su casa indicando claramente la cercanía), en la costa de la sierra en
un lugar llamado Ojo de Agua, camino al Champaqui, ahí me crié yo, nací acá
pero me crié allí arriba,
Entrevistador. Cuéntenos acerca de su
infancia allí en las sierras y lo que recuerda de acá del pueblo
Nene Fernández. Bueno mis padres eran
realmente pobres, y lo poco que yo fui a la escuela fue en Las Chacras, algo en
Las Rosas, y lo último que estuve estudiando fue en Villa Dolores, es decir en
Los Hornillos no fui a la escuela nunca. Me mandaba a la escuela en Las Chacras
porque estaba la familia de mi madre, yo bajaba de las sierras y me quedaba en
la casa de mis tías, las Reynosas, la
Nena , y otras tías que vivían allí. Mi crianza nunca tuvo
color de rosa, fue bastante dura mi infancia, salir a trabajar desde muy
temprano, si yo le tengo que decir la verdad a ud, tendría que decirle que no
tuve amigos de niños, ni un lugar a donde ir a divertirme, mi infancia fue
trabajando más que en otra cosa para poder vivir, vivir de los yuyos, de los
minerales, ejemplo de la mica, se vendían así nomás de puro reconocerlos.
Entrevistador. ¿Tenían animales arriba
para vivir?
Nene Fernández Claro teníamos cabras,
chivitos, y a veces venía un lote de cabras de 50 animales y bueno también
teníamos cosechas, alguna mina que teníamos con mi padre, bueno esas cosas para
poder vivir, hasta que fui un poco más grande y mi viejo me dijo: Bueno hijo, te tenés que ir porque acá yo
no tengo y bueno también tienen que estudiar los demás, y eso fue antes de
los 15 años, antes, y bueno me tuve que ir y me fui a las cosechas de tabaco
acá cerca en Los Pozos, a lo de un señor que le decían Chiquilo Olmedo y ahí
trabaje mucho, luego me fui a Las Chacras que estaban abriendo un canal de
riego arriba, cerca de Las Rosas, luego me vino el tema del servicio militar,
fui a Córdoba y quedé apto pero en el sorteo me salvé. Bueno luego a trabajar a
fuera, no me daban trabajo y volví a mi casa, sin trabajo, y mi padre me dice por qué has vuelto, mira que yo no puedo bancarte.
Entonces yo le dije déme los animales a mi cargo y ud solo déme la
comida, y bueno empecé a trabajar con él y estuve ahí un año o año y medio.
Entrevistador. Solo por la comida.
Nene Fernández. Solo por la comida (El sr.
Fernández se emociona mucho en esta parte, propongo parar la filmación y dejar
la entrevista para otro momento si lo desea, y él insiste que está bien, se
seca una lágrima persistente y continúa el relato), bueno luego las cosas
siguieran mal, faltaba el dinero y empecé a dedicarme a los animales y empecé a
domar animales.
Entrevistador. ¿Y ud nos contaría cómo
se doma un caballo, cómo se hacía antes? si ud no nos cuenta los jóvenes de hoy
y de mañana no lo van a saber.
Nene Fernández. (Se ríe y nos reímos con él)
El caballo no se lo debe maltrata, ni pegar, lo mejor que ud lo pueda tener,
bien comida, y hay mil formas, hay formas con rigor como le dicen, pero son
distintas a cómo yo las sé, yo amansaba teniéndolo de la boca con la guatana[1],
pero en realidad al caballo hay que amansarlo con capacidad y sabiduría, esta
sabiduría a mí me la pasó mi padre.
Entrevistador. Yo anoté una palabra que
ud usó, díganos por favor qué es la guatana
Nene Fernández. Bueno, la guatana es un
tiento de cuero como el que ud tiene ahí (señala el cuenta ganado que uso como
llavero entre el cinturón y el bolsillo de mi pantalón, sin lugar a dudas el Sr.
Fernández había notado), es de cuero doblado que pasa por entre los dientes del
animal, y bueno bancarsela ahí arriba sujetándolo. Bueno luego al caballo se le
ponen las herraduras de trabajo porque hay varios tipos de herradura, las de
vareo y otras pero en las sierras se pone la de trabajo porque se lo amansa
para trabajar, se le saca las cosquillas que pueda tener el animal, pero
principalmente el animal no tiene que tener hambre, son cositas que me enseñó
mi padre y que él las aprendió del suyo.
Entrevistador. Y se dedicó a eso mucho
tiempo
Nene Fernández. Luego yo le digo a mi
madre, me voy a ir a Los Hornillos a buscar trabajo a ver qué puedo conseguir,
nunca me gustó estar sin trabajo, toda la sagrada vida trabajé yo, a donde
fuera, hasta ahora, yo trabajo con un muchacho amigo acá, trabajo con el Sr.
Martínez. Bueno cuando vine más años en los años sesenta.
Entrevistador. Bueno ¿Cómo eran Los
Hornillos en esa época? Lo que Uds. recuerde, familias, negocios,
instituciones…
Nene Fernández. Bueno acá en la ruta
estaba el almacén de Don Carlos Cáceres, que ese sabía estar abierto, más allá
estaban los Luján que tenían otro almacén, estaba la sra. Rosa Luján. La ruta
era un poco diferente, más angosta, ahí en Cerro Negro pasaba la ruta por
detrás, lo que ahora es la recta de Los Pozos eran curvas y curvas, acá en la
entrada norte del pueblo lo que hoy es la Cuesta del ciego eso era la
San Antonio y era angostita y luego se
ensanchó.
Entrevistador. Bueno siguiendo con lo
del trabajo, ud ha trabajado muchos años en las antenas que están en el filo de
las sierras, ¿Nos quiere contar un poquito cómo fue trabajar ahí todo ese
tiempo?
Nene Fernández. Bueno acá conocí al señor
José Oliva, y él me dice ¿hijo que va
hacer ud mañana? Y nada don José, yo estoy buscando trabajo, bueno no busque más porque ya tiene, mañana
vamos a ir a trabajar, me dijo. Así que con la ropa que yo venía, eso era
un domingo y yo dónde voy a vivir le pregunté y el me dijo yo le voy a dar donde viva quédese tranquilo, y en eso viene mi
padre que quería saber dónde andaba yo y si tenía trabajo, y yo ya estaba
haciendo la picada para la línea de Canal 12 (Cba) y bueno me quedé ahí y no
salí nunca más, hicimos la línea, luego trabajé con el camionero que hacía los
flejes, el precio era muy poco, no era lo que yo tenía que ganar, y luego
fui probé ahí mismo, y el señor me dijo
que quería que me quedara en ese mismo momento, me preguntó ¿has comido? No le dije yo, bueno me
pidieron que me quede y me quedé ahí 27 años de mí vida trabajando ahí.
Entrevistador. ¿Cómo era el trabajo ahí
arriba?
Nene Fernández. (Risas) Si le cuento cómo
era el trabajo. Todo hubo que hacer, desde la casa que está ahí, hombrear ripio
y arena, hacer la torre, hacer el camino. Le cuento allí hay una pampa como se
le dice, y un cerro, los camiones llegan hasta acá(señala con las manos
marcando sobre la mesa un ancho recorrido), los camiones llegaban hasta ahí y
de ahí había que subirlo en bolsas hasta la punta del cerro, ud vé desde acá
abajo donde están las antenas, para eso había que hacer el camino, y yo he hecho
como cien escalones en la sierra, hubo mucha gente que trabajó en eso un amigo
llamado Alberto Olmedo, el padre de él, otro señor Pedro Rearte, todo eso hemos
hecho, ese caminito de hormiga para poder subir el material, incluso la torre
de hierro, hasta poder hacer arriba los huecos en la piedra viva, después hacer
todo ese tipo de trabajo para hacer las instalaciones, los cable a tierra, los
pararrayos y todo el mantenimiento, y para eso quedé yo, para mantenimiento.
Entrevistador. ¿Pero ud bajaba y subía o
se quedaba allí?
Nene Fernández. Quedé viviendo arriba,
cada tanto iba a lo de mi padre, pero me quedé ahí, me quedaba ahí. Generalmente
yo vivía arriba y bueno laburé ahí. ¿Y vio? En algún momento aparece alguien
para poder formar una familia que acá la tengo todavía, bueno ahí hacía todo lo
referente a mantenimiento, lo que sea, para que salga la señal, o cuando se le
planta un equipo una repetidora, y aprendí sobre la marcha y los libros y los
cursos, cuando venían los técnicos yo iba aprendiendo, trabajando también ahí
con el servicio penitenciario que tenían un enlace con un equipo motorota,
también atendía lo de agua y energía, se hacía el enlace de la penitenciaria de
Villa Dolores a Córdoba.
Entrevistador. ¿Un se jubiló de ese
trabajo? Pero estuvo mucho tiempo arriba ¿Cómo es esa vida tantos años en
soledad o estuvo con la familia?
Nene Fernández. Sí, me jubilé de Canal 12,
este año el 12 de Abril de 2012. Bueno siempre la mayoría del tiempo solo,
¿cuántos años estuvimos juntos arriba? (El Nene la pregunta a su mujer sentada
junto a él, y ella dice nueve años
estuvimos solos y con los niños también, cuando nació Sergio que es el mayor lo
dejábamos acá en lo de mi hermana, pero cuando la nena tenía 6 años y ya eran
dos para dejarle a mi hermana y entonces ella tenía que empezar 1° grado y nos
vinimos, pero ya habíamos vivido 9 años arriba.)
Entrevistador. ¿Cómo es para una familia
vivir allí?
Sra. Luján de Fernández. Tremendo mire, tremendo,
el frío, el calor, en invierno las nieves, terrible, terrible.
Nene Fernández. Estaba 15 días de trabajo
y tenía un revelo de cuatro días, es decir 15 por 4, y ahí se quedaba ese otro
muchacho, y uno se venía a ver la barra la familia.
Entrevistador. Bueno Don Fernández, ud
me dijo que está trabajando actualmente con el Sr. Martínez ¿Qué hace con él?
Nene Fernández. Bueno trabajo con los
yuyos, hace unos meses que trabajo con él, pero lo de los yuyos yo lo sé desde
muy chico, lo aprendí de mi padre, desde niño, aunque hay yuyos que yo
personalmente no conocía, pero los más característicos de acá son la peperina, la
nencia, cola de quirquincho, la raíz de helecho, entre otras. Si bien la han
arrancado de raíz a la peperina, todavía hay por acá en las partes bajas.
Después otros yuyos son la doradilla, el poleo, que hay variedades, palo
amarillo que es muy parecido el poleo, el poleo del burro.
Entrevistador. Dígame don Fernández ud
¿Nunca ha visto nada extraño de esas leyendas y aparecidos que cuentan en otras
partes del campo?
Nene Fernández. Nunca jamás, mire yo he
andado solo subiendo y bajando siempre de las sierras durante años, y nuca he
visto nada, será que soy muy cobarde (risas)
Entrevistador. Al revés ud debe ser muy
valiente por eso no ha visto nada. ¡Será que ud ha tenido siempre los pies
sobre la tierra!
Nene Fernández (risas) ¡Siempre!
Entrevistador. Bueno Nene ha sido un
placer para nosotros y estamos muy agradecidos por esta charla.
Nene Fernández. No hay nada que agradecer,
las puertas de mi casa siempre dan para el patio.
[1] La guatana es un pieza
circular de cuerpo que se usa para sujetar la boca del caballo, forma parte del
apero del gaucho criollo. En el testimonio del Nene Fernández se observa que la
finalidad de este elemento es no lastimar al animal en el momento del amansado.
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