jueves, 23 de mayo de 2013

Entrevista al Nene Fernández


Entrevista a Nene Fernández realizada por Ricardo Di Mario en compañía de Franco Egel quien realizó el registro de audio y video. Esta charla fue posible luego de contactar a Sergio Fernández,  hijo del Nene (apodo con el que es conocido el Sr. Fernández en el pueblo de Los Hornillos). Amablemente él y su señora nos recibieron en su casa donde tomamos unos ricos mates y tuvimos esta conversación que hoy resulta uno de los insumos importantes del presente trabajo.
Jesús Mario "el nene" Fernández

Entrevistador. Bueno Señor Fernández ¿Quiere presentarse?
Nene Fernández. Yo me llamo Jesús Mario Fernández y nací acá en Los Hornillos en el año 1947, en la casa de la familia Ledesma, acá nomás cuando cruza la ruta, ahí vivía la partera. Pero mis padres vivían acá en la Sierra (El sr. Fernández hace el gesto de señalar con un ademán de su cabeza hacia atrás de su casa indicando claramente la cercanía), en la costa de la sierra en un lugar llamado Ojo de Agua, camino al Champaqui, ahí me crié yo, nací acá pero me crié allí arriba,

Entrevistador. Cuéntenos acerca de su infancia allí en las sierras y lo que recuerda de acá del pueblo
Nene Fernández. Bueno mis padres eran realmente pobres, y lo poco que yo fui a la escuela fue en Las Chacras, algo en Las Rosas, y lo último que estuve estudiando fue en Villa Dolores, es decir en Los Hornillos no fui a la escuela nunca. Me mandaba a la escuela en Las Chacras porque estaba la familia de mi madre, yo bajaba de las sierras y me quedaba en la casa de mis tías, las Reynosas, la Nena, y otras tías que vivían allí. Mi crianza nunca tuvo color de rosa, fue bastante dura mi infancia, salir a trabajar desde muy temprano, si yo le tengo que decir la verdad a ud, tendría que decirle que no tuve amigos de niños, ni un lugar a donde ir a divertirme, mi infancia fue trabajando más que en otra cosa para poder vivir, vivir de los yuyos, de los minerales, ejemplo de la mica, se vendían así nomás de puro reconocerlos.
Entrevistador. ¿Tenían animales arriba para vivir?
Nene Fernández Claro teníamos cabras, chivitos, y a veces venía un lote de cabras de 50 animales y bueno también teníamos cosechas, alguna mina que teníamos con mi padre, bueno esas cosas para poder vivir, hasta que fui un poco más grande y mi viejo me dijo: Bueno hijo, te tenés que ir porque acá yo no tengo y bueno también tienen que estudiar los demás, y eso fue antes de los 15 años, antes, y bueno me tuve que ir y me fui a las cosechas de tabaco acá cerca en Los Pozos, a lo de un señor que le decían Chiquilo Olmedo y ahí trabaje mucho, luego me fui a Las Chacras que estaban abriendo un canal de riego arriba, cerca de Las Rosas, luego me vino el tema del servicio militar, fui a Córdoba y quedé apto pero en el sorteo me salvé. Bueno luego a trabajar a fuera, no me daban trabajo y volví a mi casa, sin trabajo, y mi padre me dice por qué has vuelto, mira que yo no puedo bancarte.  Entonces yo le dije déme los animales a mi cargo y ud solo déme la comida, y bueno empecé a trabajar con él y estuve ahí un año o año y medio.
Entrevistador. Solo por la comida.
Nene Fernández. Solo por la comida (El sr. Fernández se emociona mucho en esta parte, propongo parar la filmación y dejar la entrevista para otro momento si lo desea, y él insiste que está bien, se seca una lágrima persistente y continúa el relato), bueno luego las cosas siguieran mal, faltaba el dinero y empecé a dedicarme a los animales y empecé a domar animales.
Entrevistador. ¿Y ud nos contaría cómo se doma un caballo, cómo se hacía antes? si ud no nos cuenta los jóvenes de hoy y de mañana no lo van a saber.
Nene Fernández. (Se ríe y nos reímos con él) El caballo no se lo debe maltrata, ni pegar, lo mejor que ud lo pueda tener, bien comida, y hay mil formas, hay formas con rigor como le dicen, pero son distintas a cómo yo las sé, yo amansaba teniéndolo de la boca con la guatana[1], pero en realidad al caballo hay que amansarlo con capacidad y sabiduría, esta sabiduría a mí me la pasó mi padre.
Entrevistador. Yo anoté una palabra que ud usó, díganos por favor qué es la guatana
Nene Fernández. Bueno, la guatana es un tiento de cuero como el que ud tiene ahí (señala el cuenta ganado que uso como llavero entre el cinturón y el bolsillo de mi pantalón, sin lugar a dudas el Sr. Fernández había notado), es de cuero doblado que pasa por entre los dientes del animal, y bueno bancarsela ahí arriba sujetándolo. Bueno luego al caballo se le ponen las herraduras de trabajo porque hay varios tipos de herradura, las de vareo y otras pero en las sierras se pone la de trabajo porque se lo amansa para trabajar, se le saca las cosquillas que pueda tener el animal, pero principalmente el animal no tiene que tener hambre, son cositas que me enseñó mi padre y que él las aprendió del suyo.
Entrevistador. Y se dedicó a eso mucho tiempo
Nene Fernández. Luego yo le digo a mi madre, me voy a ir a Los Hornillos a buscar trabajo a ver qué puedo conseguir, nunca me gustó estar sin trabajo, toda la sagrada vida trabajé yo, a donde fuera, hasta ahora, yo trabajo con un muchacho amigo acá, trabajo con el Sr. Martínez. Bueno cuando vine más años en los años sesenta.
Entrevistador. Bueno ¿Cómo eran Los Hornillos en esa época? Lo que Uds. recuerde, familias, negocios, instituciones…
Nene Fernández. Bueno acá en la ruta estaba el almacén de Don Carlos Cáceres, que ese sabía estar abierto, más allá estaban los Luján que tenían otro almacén, estaba la sra. Rosa Luján. La ruta era un poco diferente, más angosta, ahí en Cerro Negro pasaba la ruta por detrás, lo que ahora es la recta de Los Pozos eran curvas y curvas, acá en la entrada norte del pueblo lo que hoy es la Cuesta del ciego eso era la San Antonio y era angostita y luego se ensanchó.
Entrevistador. Bueno siguiendo con lo del trabajo, ud ha trabajado muchos años en las antenas que están en el filo de las sierras, ¿Nos quiere contar un poquito cómo fue trabajar ahí todo ese tiempo?
Nene Fernández. Bueno acá conocí al señor José Oliva, y él me dice ¿hijo que va hacer ud mañana? Y nada don José, yo estoy buscando trabajo, bueno no busque más porque ya tiene, mañana vamos a ir a trabajar, me dijo. Así que con la ropa que yo venía, eso era un domingo y yo dónde voy a vivir le pregunté y el me dijo yo le voy a dar donde viva quédese tranquilo, y en eso viene mi padre que quería saber dónde andaba yo y si tenía trabajo, y yo ya estaba haciendo la picada para la línea de Canal 12 (Cba) y bueno me quedé ahí y no salí nunca más, hicimos la línea, luego trabajé con el camionero que hacía los flejes, el precio era muy poco, no era lo que yo tenía que ganar, y luego fui  probé ahí mismo, y el señor me dijo que quería que me quedara en ese mismo momento, me preguntó ¿has comido? No le dije yo, bueno me pidieron que me quede y me quedé ahí 27 años de mí vida trabajando ahí.
Entrevistador. ¿Cómo era el trabajo ahí arriba?
Nene Fernández. (Risas) Si le cuento cómo era el trabajo. Todo hubo que hacer, desde la casa que está ahí, hombrear ripio y arena, hacer la torre, hacer el camino. Le cuento allí hay una pampa como se le dice, y un cerro, los camiones llegan hasta acá(señala con las manos marcando sobre la mesa un ancho recorrido), los camiones llegaban hasta ahí y de ahí había que subirlo en bolsas hasta la punta del cerro, ud vé desde acá abajo donde están las antenas, para eso había que hacer el camino, y yo he hecho como cien escalones en la sierra, hubo mucha gente que trabajó en eso un amigo llamado Alberto Olmedo, el padre de él, otro señor Pedro Rearte, todo eso hemos hecho, ese caminito de hormiga para poder subir el material, incluso la torre de hierro, hasta poder hacer arriba los huecos en la piedra viva, después hacer todo ese tipo de trabajo para hacer las instalaciones, los cable a tierra, los pararrayos y todo el mantenimiento, y para eso quedé yo, para mantenimiento.
Entrevistador. ¿Pero ud bajaba y subía o se quedaba allí?
Nene Fernández. Quedé viviendo arriba, cada tanto iba a lo de mi padre, pero me quedé ahí, me quedaba ahí. Generalmente yo vivía arriba y bueno laburé ahí. ¿Y vio? En algún momento aparece alguien para poder formar una familia que acá la tengo todavía, bueno ahí hacía todo lo referente a mantenimiento, lo que sea, para que salga la señal, o cuando se le planta un equipo una repetidora, y aprendí sobre la marcha y los libros y los cursos, cuando venían los técnicos yo iba aprendiendo, trabajando también ahí con el servicio penitenciario que tenían un enlace con un equipo motorota, también atendía lo de agua y energía, se hacía el enlace de la penitenciaria de Villa Dolores a Córdoba.
Entrevistador. ¿Un se jubiló de ese trabajo? Pero estuvo mucho tiempo arriba ¿Cómo es esa vida tantos años en soledad o estuvo con la familia?
Nene Fernández. Sí, me jubilé de Canal 12, este año el 12 de Abril de 2012. Bueno siempre la mayoría del tiempo solo, ¿cuántos años estuvimos juntos arriba? (El Nene la pregunta a su mujer sentada junto a él, y ella dice nueve años estuvimos solos y con los niños también, cuando nació Sergio que es el mayor lo dejábamos acá en lo de mi hermana, pero cuando la nena tenía 6 años y ya eran dos para dejarle a mi hermana y entonces ella tenía que empezar 1° grado y nos vinimos, pero ya habíamos vivido 9 años arriba.)
Entrevistador. ¿Cómo es para una familia vivir allí?
Sra. Luján de Fernández. Tremendo mire, tremendo, el frío, el calor, en invierno las nieves, terrible, terrible.
Nene Fernández. Estaba 15 días de trabajo y tenía un revelo de cuatro días, es decir 15 por 4, y ahí se quedaba ese otro muchacho, y uno se venía a ver la barra la familia.
Entrevistador. Bueno Don Fernández, ud me dijo que está trabajando actualmente con el Sr. Martínez ¿Qué hace con él?
Nene Fernández. Bueno trabajo con los yuyos, hace unos meses que trabajo con él, pero lo de los yuyos yo lo sé desde muy chico, lo aprendí de mi padre, desde niño, aunque hay yuyos que yo personalmente no conocía, pero los más característicos de acá son la peperina, la nencia, cola de quirquincho, la raíz de helecho, entre otras. Si bien la han arrancado de raíz a la peperina, todavía hay por acá en las partes bajas. Después otros yuyos son la doradilla, el poleo, que hay variedades, palo amarillo que es muy parecido el poleo, el poleo del burro.
Entrevistador. Dígame don Fernández ud ¿Nunca ha visto nada extraño de esas leyendas y aparecidos que cuentan en otras partes del campo?
Nene Fernández. Nunca jamás, mire yo he andado solo subiendo y bajando siempre de las sierras durante años, y nuca he visto nada, será que soy muy cobarde (risas)
Entrevistador. Al revés ud debe ser muy valiente por eso no ha visto nada. ¡Será que ud ha tenido siempre los pies sobre la tierra!
Nene Fernández (risas) ¡Siempre!
Entrevistador. Bueno Nene ha sido un placer para nosotros y estamos muy agradecidos por esta charla.
Nene Fernández. No hay nada que agradecer, las puertas de mi casa siempre dan para el patio.



[1] La guatana es un pieza circular de cuerpo que se usa para sujetar la boca del caballo, forma parte del apero del gaucho criollo. En el testimonio del Nene Fernández se observa que la finalidad de este elemento es no lastimar al animal en el momento del amansado. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario