miércoles, 12 de junio de 2013

La tradición oral

Los relatos de vida son siempre una búsqueda de identidad que se presenta en forma narrativa. El que habla construye una historia, su historia, es decir se construye de manera más o menos consciente, a partir de la propia subjetividad y de la propia memoria, que siempre es parte de una memoria también colectiva. El espacio de diálogo que ofrece la entrevista es la posibilidad de poner en escena el carácter narrativo de toda experiencia vital. Por ello resulta tan importante afirmar la idea de que lo que se busca con estas transcripciones es la materialidad misma del decir, dando especial atención a las emociones, los lapsus, los silencios, las alteraciones de la voz y el lenguaje corporal en general porque todo ello constituye, muchas veces, la posibilidad de ir más allá de los propios contenidos de lo que se dice.
Para cada entrevista se intentó la formulación de problemas con formato de interrogantes y preguntas para guiarnos en las charlas, pero lo suficientemente flexibles para dejarnos llevar por el decir en tanto tal de los interlocutores y de la empatía que se produce con ellos.
No perdemos de vista que lo escrito es siempre una artificiosidad del que escribe, y que con el afán de dar sentido a lo que se transcribe se pone en riesgo la literalidad de lo que se dice oralmente. Por ello hemos resuelto intervenir lo menos posible para respetar el entramado significante de sus voces.
En el encabezado de cada entrevista se aclara quiénes realizaron la misma y quiénes, en los casos que fue necesario, nos guiaron, nos contactaron o simplemente nos allanaron el camino, hasta nuestros decidores que son los reales protagonistas de esta historia que resulta de machacar la memoria.


Lo primero que nos planteamos cuando hacemos una entrevista es qué hacer con la voz del otro, especialmente cuando estos testimonios son frágiles retazos de vida y subjetividad. Por otra parte se han consolidado dentro de las ciencias sociales, después de largas batallas por la pertinencia de los métodos cualitativos, entre ellos los métodos biográficos, el abordaje a conocimientos que proporcionan linealmente y por a través de los análisis que habilitan estos universos existenciales. Por ello, cuando consideramos una categoría que se reitera en una o más voces no buscamos establecer generalizaciones con la intención de cuantificar un hecho social, ni mucho menos establecer la validez de de un caso; porque somos consientes de que el hilo que va tejiéndose en sus palabras es el de sus propias vidas, y nuestro interés al intervenir como escuchas o narradores de lo que se dice, es excluyentemente un interés por reconocer las características culturales identitarias de nuestros entrevistados y, a través de ellos, de las de los habitantes de esta comunidad.
La inteligibilidad de estos fragmentos de vida se impone por sí misma, principalmente por su propia transparencia y por ofrecer un terreno presto a la interpretación. Estos testimonios pueden pensarse, por sus ricos detalles significantes, como casos emblemáticos y simbólicos de la trama social de un pueblo serrano en un lapso temporal ubicado en la primera mitad del siglo XX, pero además pueden permitir reconocer y reconocerse como partes de un todo.
No se pretende en este apartado ningún tipo de exploración estructural con fines académicos, muy por el contrario lo que se busca es dar cuenta de algunas puntualizaciones que realizaremos a partir de las categorías, que acá se señalan, con el objeto de responder a las expectativas planteadas en el proyecto inicial. Es decir, no solamente reponer las voces de estos habitantes de la comunidad, desgrabadas textualmente, sino intentar con ellos repasar los datos construidos, el sesgo de las variables que aparecen en sus palabras, y algunas conceptualizaciones para que no pasen desapercibidas cuestiones tan importantes como son los temas proyectados.


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